Quizás todo esto no tenga sentido, quizás estemos condenados a querernos a escondidas, a ocultar las palabras. Palabras prohibidas. Quizás estemos entrando en un laberinto de dudas, amor, celos, dolor y más amor. Pero es que cada vez que te miro me pellizcas el corazón. Si, tú, que llegaste por casualidad, que me ganaste poquito a poco, que me dices lo que necesito oír en un susurro .
No hay comentarios:
Publicar un comentario