miércoles, 19 de septiembre de 2012

Día tres,


Donde las miradas tienen ganas, sigue estando él, para partirme los esquemas.
Es curioso. Es curioso porque a pesar de que me limitaba a mirarle, observando sus gestos, no sabía (y sigo sin saber) cuánto iba a agradecerle que esa noche estuviese conmigo.
Desde nuestra primera noche sin estrellas, hemos pasado juntos por algunas cosillas, y aunque no tenga la sonrisa más bonita, cada motivo que me da para seguir como estamos en estos instantes es suficiente.
Es cierto que ha habido quién ha intentado romperme el corazón en un compás cualquiera de una canción , pero con él, todo es distinto. Celos, lloros, pero también risas, y mariposas en el estómago por algo que ni siquiera es mío. Y no es que el sea libre, pero como digo a veces: nada es para siempre, y los corazones cambian.
Que pueden decir lo que quieran las luces de este Septiembre, pero yo estoy hecha de pedacitos de él. De las sonrisas entre beso y beso. De soñar cada noche con sus ojos. De sus tonterías, de sus miradas, y de sus manías.
Sea lo que sea lo que tenga que pasar, pues que pase, que yo voy a dedicarme a echarle más arena al reloj para que no se acabe nuestro tiempo.
Y yo creo que fue después de una de esas noches épicas, de las que se te quedan grabadas a fuego en la memoria para siempre, cuando me di cuenta de lo cerca que estamos.
Me di cuenta de que aunque no tenemos conversaciones trascendentales de esas que emborrachan el alma y dejan el corazón en vilo, yo sigo muriendo por dormir entre sus sábanas.
Aún habiéndome prometido que cuando la mitad de este Septiembre llegase, y yo estuviese ya incondicional y irremediablemente enamorada de él, gritaría al cielo su nombre por última vez, y con las últimas gotas apuradas de mi cerveza, desaparecería, llevándome el calor de sus abrazos, y la primera vez que nos miramos conmigo. 
Hay veces en las que sólo me he limitado a mirarle y sonreír, mientras vivíamos en secreto el principio de un amor improvisado, pero ahora que el tiempo se me escapa entre los dedos, no puedo evitar recordar cómo llegamos a este punto.
Ni juntos, ni tampoco separados. Ésta es la historia de nuestras vidas.

1 comentario:

  1. Desde que te conozco me has demostrado que los finales felices existen, así que por mucho que yo pueda pensar, o por mucho que pueda parecer, deseo con todas mis fuerzas que tengáis un final feliz, uno de esos finales de cuento o de pelis ñoñas en las que acabas diabético perdido de lo dulces que son. Si, lo deseo con toda mi alma sin lugar a dudas. ¿Por qué? Por el simple motivo de que te lo mereces. Y como ya me has preguntado alguna vez ¿y por qué te lo mereces?...

    Por infinitas cosas, pero como por mucha arena que quieras meter en tu reloj el tiempo no se va a parar, así que intentare resumirlo resumidamente en un resumen resumido. Tú, aparte de ser una capulla muy grande, eres de esa clase de personas que se quiere tener cerca, de esa clase de personas a la que le contarías todo, de esa clase de personas por las que das gracias a los dioses por conocerlas y muchas más gracias por tener la suerte de ser su mejor amigo…Tú, que me has ayudado en mis peores momentos y me has prestado un hombro en el que llorar, me has dado consejo cuando lo necesitaba y me has dado dos hostias cuando me equivocaba. Tú, que has hecho que te coja un cariño enfermizo, que has hecho que me meriende mis peores miedos y sea como soy hoy día…Tú, a la que la debo tanto aunque no hayas sido consciente, eres la que se merece lo mas mejor del jodido mundo mundial…nah, del universo universal mejor dicho. Y sinceramente, daría cualquier cosa por conseguir que tú fueras feliz. Me sabe mal no ser capaz de expresarlo todo, pero no se han inventado palabras aun para expresar toda la gratitud que te guardo. Pero bueno, eso será otra historia y no me voy a ir por las ramas…

    Con respecto a él…solo he de decir que espero que este a tu altura, y que sea capaz de darte lo que te mereces…porque las capullas como tu se merecen mucho y con todo lo que se ve que te gusta más vale que sea capaz de corresponderte.... Y si no es capaz…tú recuerda que lo bueno se hace esperar y las cosas pasan por algo, y las medias mandarinas llegan a juntarse con sus mitades tarde o temprano y como una vez me dijiste y se me quedo en la cabeza: "Y si a todos los superhéroes les llega su final feliz... tranquilo. El tuyo estará a punto de aparecer.
    Y si no... Ya nos lo inventaremos nosotros."
    Te quiero mucho :)

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