Live;Love;Laugh

Creo que nunca he hablado de él. Quiero decir, que no de la manera en la que pienso ahora mismo. Porque sí, me sigue gustando, pero he llegado a la conclusión de que es algo que ya forma parte de mi, como si fuese un pensamiento más.
Es cierto que hemos pasado buenas rachas, y otras que no lo han sido tanto, y que a veces podría llegar a definirle como un completo gilipollas, hasta que pienso en sus ojos, y en todos los 'te quiero' que me dijo y ahora parecen tan lejanos...ahí es cuando me hundo. Cuando intento explicarme qué fue lo que pasó, o qué fue lo que hice mal, hasta llegar a la conclusión de que nada tiene sentido ya para mi. Que las noches que pasamos, y los besos que nos dimos a la luz de la luna, significaron poco para él. Y sí, hubo risas, mordiscos, y algún que otro enfado, lo que hicieron que aquello fuese un amor de verano irrepetible. El primero.Pero ya me lo he repetido mil millones de veces, que él no va a ser el único. En cuanto consiga convencerme a mí misma de que esto ya no me afecta, vendrán los días buenos, con cielos azules y ganas de salir a buscar amor.

Porque a mi me gusta estar enamorada. Pensar en una persona en cada momento, en el qué dirá, qué hará, si estará pensando en mi o no. Dormirme con una sonrisa en la boca, y despertar con un mensaje suyo dándome los buenos días. Compartir mis pensamientos y mis alegrías con él, y tener una continua sensación de maripósas en el estómago. Y pasarlo mal de vez en cuando, por qué no. Porque el amor también es eso. Preocuparte quizá excesivamente cuando no deberías y echarle tanto de menos como para ser incapaz de dormir. Pero es bonito, al fin y al cabo. 

Es bonito porque es amor. El mismo amor que sentía yo por él en aquel momento. Y lo que sigo sintiendo, muy a mi pesar en mayor o menor medida. Pero me he acostumbrado. Porque él es otra de las cosas que forman parte de mí, y que me hacen ser lo que soy. La piedra con la que he tropezado más de una vez, y mis ganas de comerme el mundo cuando estoy de bajón. Él ya es como mi música preferida, y mis batidos de chocolate para merendar. Como las tres mantas que me echo por encima antes de irme a dormir, o como los espaguetis con tomate que tanto me gustan. Él es...ese algo que me completa. Él es...D.