Querido diario;
Hoy, no he hablado con él. Hace días que se fue, y no puedo dejar de pensar en otra cosa que no sean sus ojos. Después de casi dos horas de búsqueda, he encontrado por fin lo que quería. Aquella flor tan bonita que me regaló un día; aún la conservo. Tonta de mí, pensé que estaba en un cajón de mi mesita, y resulta que ha aparecido entre las hojas de un libro. Está aplastada y seca, y no conserva ni su color, ni algunos de sus pétalos, pero sigue siendo bonita. Todavía huele a mar. He encontrado también, el palito de un helado que comimos juntos. Fue él quien dijo que lo guardase. Recuerdo ese día como si fuese ayer. Era de vainilla y chocolate. Como la mancha de su camiseta de color verde manzana. Fue un accidente. Se me cayó el helado. Dejó de hablarme durante algún tiempo. Y en ese tiempo, le pedí perdón millones de veces. Hasta que, a los dos días, volvió a enseñarme esa sonrisa llena de dientes blancos y brillantes. Cómo le echo de menos.
(^^[Poshet..]]^*
ResponderEliminarYo tambien le echo de menos