lunes, 20 de junio de 2011


Estar abrazados...no he sentido nada igual. NUNCA.
Él me abrazaba, y me cogía las manos, y me daba besos, y guardaba sus manos en los bolsillos de mi sudadera, y me hacía cosquillas en el cuello, y apoyaba su cabeza en la mia y...jo, le quiero un montón.
 

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