"Otro día más, y de nuevo la melancolía."
Ni siquiera sabría qué decirle...quiero decir, que siempre me estoy quejando de las cosas que él hace mal, pero en realidad...yo tampoco me esfuerzo demasiado por que él me haga algo de caso.
Supongo que siempre he sido así. Y esto no es precisamente algo que me guste. Porque siempre soy demasiado negativa. Encuentro cosas malas donde no las hay. Y he intentado cambiarlo...pero después de todos los palos que he llevado, supongo que me cansé de intentarlo. Resulta que todo empezó antes incluso de lo que yo pensaba. Que mi cabeza siempre ha sido negativa, desde el principio de los tiempos. Y sí, muchas veces me obligo a pensar que ya vendrán tiempos mejores, que los días claros y despejados están ahí, sólo tengo que esperar a que lleguen. Pero esta es una de las cosas que más odio de mi. ¿Por qué esperar, si puedo ir yo a por ellos? Vale, todo el mundo tiene defectos. Pero yo últimamente, sólo veo lo malo que hacen los demás, sin fijarme si quiera en qué es lo que hago yo mal.
Otra de las cosas que no me gusta de mi, es que soy demasiado poco constante con las cosas que realmente deberían importarme. Por ejemplo, después de leer el libro de El Club De Los Corazones Solitarios, me prometí a mí misma que sería como ella, como la protagonista, Penny. Que dejaría de lado a los chicos, y me centraría en mis amigos y en mis estudios. Y aquí estoy, como siempre, pensando en chicos, sin poder remediarlo.
Y ya ni siquiera quiero hablar de las cosas que un día dije que haría, y que después, nunca he tenido valor de hacer. Las apuestas, las promesas de sábados después de haber bebido algo...Y estar repitiéndome una y otra vez: "Vamos Alba, házlo. Habla con ese chico tan mono que está al lado de la barra." Pero no. Para mí es imposible. Y ya no sé si es porque soy demasiado vergonzosa, o porque soy, (como siempre), demasiado negativa, y voy predispuesta a que ese chico tan mono pase de mi. Y luego están ellas, mis amigas. Que se sacan tíos de no sé donde. Y luego yo me quejo porque yo nunca conozco ninguno que merezca la pena. Y las envidio, sí. Porque tienen un montón de momentos bonitos al lado de chicos que luego resulta que las hacen daño. Pero ya me gustaría a mí volver a sentir algo de eso, y no tener que conformarme con recuerdos.
Pero prometo (y esta vez, espero que sea de verdad), tomarme las cosas con más ilusión, que si Mahoma no va a la montaña...la montaña irá a Mahoma, ¿no? Pues si los chicos no vienen a mi...ya los buscaré yo a ellos. Y después de encontrar a uno, y pasar ratos increíbles a su lado, y que me rompa el corazón, me daré cuenta de que en realidad lo realmente importante, y lo que me tendría que interesar, son mis amigos (aunque algunos estén para siempre, y otros se vayan quedando a lo largo del camino), y mis estudios. Y esta vez, quiero tomármelo enserio.
"Hay instantes en que todo parece posible y
todo puede cambiar, en que todo está al alcance de la mano, fácil y bonito...
Pero de repente llega la duda, el miedo a equivocarse y a no haber entendido
bien lo que el corazón siente de verdad."
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