viernes, 5 de octubre de 2012

Día cuatro,


Ya llegó la hora. Y los dos sabíamos que algo como esto acabaría pasando, más tarde o más temprano.
Ante todo, y como siempre, soy y seré tu amiga por encima de cualquier cosa, pero hoy, no es mi mente quien te habla, sino mi corazón.
Te habla porque se ha cansado de la situación. Te habla, porque se preocupa por mí. Porque se acelera cuando me hablas, y se para cuando me miras. Te habla mi corazón, sí. Y lo hace porque no aguanta verte con ella, sabiendo que más tarde estarás conmigo.
Ya no sé si es que ni tú mismo eres capaz de aclararte, o es que juegas a dos bandas, pero mi corazón quiere que te decidas ya. Y como ambos sabemos la respuesta, ha decidido separarse temporalmente de ti. Y es por eso que te estoy escribiendo esto.
Que tú ya sabes que me tienes cuando quieras... pero los vientos que ha traído este Octubre me susurran al oído que tal vez sea mejor buscar otras soluciones. Hacer las maletas, y buscar otros ojos que me miren de la forma que a veces lo hacen los tuyos, o unos labios que me digan cosas la mitad de bonitas de las que tú me has dicho.
Esto no es una despedida para siempre, ni mucho menos. No lo es, porque sé que algún día te darás cuenta de las cosas, y entonces lucharás. Yo veo cómo van las cosas por las dos partes, y sabes perfectamente que seré siempre sincera contigo.
Sé que la quieres. Puede que cada día menos, o puede que cada día más, pero lo haces. Y sabes que me alegro. Y por eso mismo que lo sé, es que te escribo esto, porque en ningún momento quise interponerme, pero supongo que el destino tenía pensado algo para nosotros aquel once de Agosto.
No voy a decirte que no puedo vivir sin ti... porque puedo vivir sin ti. Es sólo que no quiero. Porque aunque no crea en los besos a largo plazo, no sé si seré capaz de acostumbrarme a vivir sin ese trocito de ti.
Puede que haya perdido la batalla, aún sin haberla empezado si quiera. Puede que no vaya a bastarme el vivir rápido para no pensar, y  puede que el ahogar mis penas de nuevo en cerveza ya no sea suficiente. 
No es que vaya a empezar de cero, porque contigo ya tengo la mitad del camino recorrido, pero ahora mismo es menos peligroso estar sola, que cerca de ti. 
Mi corazón dice que me despida ya, que me rendiré a tus pies en cuanto abras la boca, y es más sensato cortar por lo sano.
No es que no quiera decirlo... es sólo que me da miedo, y las circunstancias  que estamos viviendo no son las más adecuadas. Aún así, qué demonios.
73 QU13R0 357384N

No hay comentarios:

Publicar un comentario