Me faltan bares que cerrar, historias que
inventar… Quiero pelearme con el sol. Beber, reír, perder la voz. Y que no
amanezca tan temprano.
Sé que es difícil aguantar, y aún más lo es no
soñar. Que aunque ya sea demasiado tarde, y aunque nada vaya a ser ya nunca
igual, mañana mismo me inventaré otra piel para olvidarte.
Luego apareceré en tu tejado, como un gato
abandonado. Tú hazme un hueco en tu colchón y congela las horas. Lléname la
copa de sinsentidos, haz que me rebosen los oídos de tus desvaríos. Tírame a la
cara tus delirios, y déjame que arranque de tus labios mil desatinos.
Todavía recuerdo cuando me dijiste ‘no te
conformes con vivir, vente junto a mí’. Y aún así, después de todo… después de
que te fueras, para sonreír… bueno… Para sonreír sólo te diré que improvisé.
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